Y, como cada final de la temporada baloncestística allá por EEUU, se entregan los premios a los mejores jugadores del año que sirven para hacer cuentas de cómo ha sido el año en la NBA.

Empezando por los mandamases, John Hammond ha sido galardonado con el premio a mejor general manager del año. El directivo de los Milwaukee Bucks ha construido un equipo a base de buenos traspasos que, sobreponiéndose a las bajas de sus grandes estrellas, ha llegado a los playoffs y ha obligado a los Atlanta Hawks a llegar al 7º partido para derrotarlos.
Siguiendo en la escala de poder, el técnico de Oklahoma City Thunder, Scott Brooks, se ha llevado el trofeo a mejor entrenador. Y lo ha hecho gracias a sus jóvenes Thunders, que a base de trabajo diario se han conseguido meter en los duros playoffs del oeste y como los Bucks, ha puesto en problemas a sus rivales en 1ª ronda, los actuales campeones Lakers.
Buen año para los jóvenes, como demuestran los Thunders. Y el mejor de los jóvenes recién llegados a la NBA ha sido el 'guard' de los Kings, Tyreke Evans, 'rookie del año'. En un buen año en el que han destacado otros rookies como Stephen Curry en Golden State y el aventurero por Europa de los Bucks, Brandon Jennings.
Muchos jugadores han progresado mucho este año, pero el que más lo ha hecho ha sido el eléctrico escolta de los Houston Rockets Aaron Brooks, el 'jugador más mejorado'.

Pero lo más atractivo de la NBA es, y será, la lucha entre los más grandes. Y el más grande, el rey, el MVP, ha vuelto a ser el cavalier LeBron James. En una liga repleta de grandes jugadores, que año tras año van renovándose (véase Kevin Durant), 'The King' ha vuelto a ser el más grande en la 'regular season'.
Termina el año NBA, pero lo mejor aún está por llegar y todo lo hecho durante la temporada tendrá valor si se refleja al final de estos playoffs.
Fotografía "Playoffs" cedida por Scott Ableman.
Fotografía "Trofeo" cedida por RMTip21
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