La culminación del sueño africano
“Ha sido el triunfo de África”. Éstas fueron las palabras de Kanu tras la victoria de Nigeria en semifinales ante Brasil. Pero el auténtico triunfo de África aún estaba por llegar.
En la final esperaba Argentina, que llegaba al partido sin haber perdido ningún partido en el torneo. Los argentinos habían sido líderes del grupo A, por delante de Portugal, EEUU y Túnez. En cuartos de final se deshicieron cómodamente de España (4-0) y en semifinales hicieron lo mismo con Portugal (2-0).
Argentinos y nigerianos habían demostrado un juego alegre y ofensivo durante todo el torneo. Los de Pasarella, junto a la garra y entrega histórica de sus jugadores, habían formado una selección imaginativa con jugadores como “El piojo” López, “El burrito” Ortega o Almeyda.
El 3 de Agosto de 1996 se reunieron 86.117 personas en el estadio de Sanford en Athens, Georgia, para disfrutar de una final que formaría parte de la historia.
El partido se puso muy pronto cuesta arriba para los nigerianos. En el tercer minuto de partido, un centro desde la derecha fue aprovechado por Claudio López para adelantar a los argentinos.
El equipo de Pasarella reculó para defender el resultado e intentar aprovechar algún contraataque y sentenciar el partido. Los nigerianos, por su parte, comenzaron a desplegar su juego habitual y se acercaban a la portería de Cavallero. Amokachi pudo empatar el partido tras una buena jugada combinando con sus compañeros, pero el balón pegó en el palo.
Si acertaría con la portería argentina Babayaro, a la salida de un córner sacado rápidamente por los nigerianos.
La segunda parte parecía el calco de la primera. A los cinco minutos del inicio, Ortega caía en el área nigeriana tras un forcejeo con Taribo West. Penalty injusto señalado por el árbitro, Pier Luigi Collina. Hernán Crespo, que sería el pichichi del torneo con 6 goles, batió a Joseph Dosu. 1-2.Nigeria fue recuperándose poco a poco. Hasta que en el minuto 74 un saque de banda de Babayaro fue peinado por Kanu, Oruma falló en el disparo pero el balón llegó a Amokachi, que superó por alto a Cavallero. Era el gol del empate.
La historia iba camino de repetirse y el partido se encaminaba hacia la prórroga. Sin embargo, Amunike forzó una falta lateral tras una gran jugada por la banda. Y él mismo sería quien aprovechara esa falta rematando un centro con la izquierda. Los defensores argentinos tiraron el fuera de juego, y Amunike, libre de marca, envió el balón a la red. 3-2. Argentina no tuvo tiempo de reaccionar. Nigeria era campeona olímpica de fútbol.
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