Bobby Charlton y el último paso hacia la final


GOLES

1-0 Min 30. Balón largo a Hunt que no llega a rematar, Pereira despeja y el balón le cae a Bobby Charlton que marca.

2-0 Min 80. Hearst roba el balón a Jose Carlos, pasa atrás y Bobby Charlton anota el segundo.

2-1 Min 83. Mano de Jackie Charlton dentro del área. El árbitro pita penalty y Eusebio no falla.


ÁRBITRO

Pierre Schwinte (Francia)

Asistentes: Arturo Yamasaki Maldonado (Perú) y Konstantin Zecevic (Yugoslavia)


ASISTENCIA

26 de julio de 1966. Estadio de Wembley (Londres). 94000 espectadores.



El mítico estadio de Wembley era la sede de la primera semifinal de la Copa del Mundo de 1966. El partido enfrentaba a la selección anfitriona, que había eliminado a Argentina en un polémico partido, y a Portugal, que eliminó a la sorprendente Corea del Norte en una exhibición de Eusebio.













El partido comenzó sin dueño. Portugal intentaba combinar en el medio del campo y esperar alguna genialidad de Eusebio. Por su parte, los ingleses presionaban la salida del balón de los lusos. Un par de tiros lejanos de B.Charlton y de Eusebio fueron los únicos acercamientos en los primeros minutos.

Ninguno de los dos bandos tuvo una ocasión clara hasta cerca del minuto 15, cuando Hurst no aprovecha un error de Pereira en un centro.


Inglaterra iba haciéndose con el control del partido y de nuevo Hurst disponía de una oportunidad a pase de B. Charlton. Los portugueses intentaban salir de la presión con tiros lejanos por parte de Graça y Eusebio.

En el minuto 30, un balón largo no es rematado por Hunt, Pereira despeja y B. Charlton aprovecha el rechace para anotar el primer gol.


Los británicos, espoleados por el gol y por el ánimo del público, seguían atacando en busca del segundo. Charlton y Peters intentaban sorprender a Pereira con tiros desde fuera del área.

Pero Portugal se libraba de la presión inglesa en algunas ocasiones. En una de ellas un centro de Simoes desde la banda lo remataba Eusebio y Banks evitaba el empate con una gran intervención.

Los portugueses se animaron a partir de ese momento y marcharon en busca del empate. Torres enviaba un tiro fuera por muy poco. Eusebio conseguía librarse por momentos del férreo marcaje inglés con una gran internada por la banda. Pero los acercamientos lusos solían acabar con tiros lejanos sin mucho peligro para Banks. Así se llegaba al descanso del encuentro.




El inicio de la segunda parte siguió por los mismos derroteros que el final de la primera. Portugal dominaba el balón pero se chocaba contra la muralla de la defensa inglesa. Los lusos se resignaban a tirar desde lejos y centrar desde la bandas sin mucha recompensa.

Poco a poco la selección inglesa se fue zafando del dominio portugués comandada por Bobby Charlton en el medio del campo y Geoff Hurst en la delantera. De esta manera, el partido en el ecuador de la segunda parte estaba nivelado.


Sin embargo, se desnivelaría después de que Hurst robara el balón a un inocente Jose Carlos y asistiera a Bobby Charlton para que anotara el segundo. Quedaban 10 minutos para el fin de la semifinal y Portugal tenía que remontar dos goles, algo aparentemente imposible dada la magnífica actuación de la defensa local.

Pero sólo 3 minutos después, en el 83, Jackie Charlton tocaba el balón con la mano en su propia área y el colegiado señalaba penalty. Eusebio lo convertía engañando a Banks.


Aún quedaba tiempo y Portugal se volcó sobre la portería inglesa. Portugal amenazaba a su rival que salía tímidamente con contraataques del voluntarioso Alan Ball.

Los lusos tendrían todavía una ocasión clarísima en los pies de Simoes que no conseguía rematar un balón que había bajado Torres con la cabeza.

Los últimos 5 minutos se jugarían entre las acometidas portuguesas y las contras de Ball. El público de Wembley respiró definitivamente cuando Banks despejó un potente tiro de Coluna. Inglaterra estaba en la final de su Copa del Mundo.

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