"Por favor, no me llamen arrogante, pero soy campeón de Europa y pienso que soy un tipo especial".
Esa fue la carta de presentación de José Mourinho a su llegada al banquillo del Chelsea en 2004. Desde ese día la prensa inglesa apodaría al técnico portugués como "The special one".
Y para nada es aleatoria esta denominación para un técnico que ante todo es distinto a los demás.
Impresentable, chulo, provocador, prepotente, orgulloso, borde, soberbio... Son algunos de los múltiples adjetivos que dedican los enemigos de José Mourinho a su persona.
Pero a la vez que odiado por muchos, el portugués es idolatrado por las aficiones a las que defiende.
Verdaderamente es un tipo especial. Es al fútbol lo que House a la medicina. Divertido para los que no le sufren, insufrible para los que se cruzan en su camino.
Muchos defienden que esta actitud de Mourinho es una estudiada estrategia para que recaiga en él toda la presión de la prensa y de esta forma liberar a sus jugadores. Y en cierta manera lo consigue, porque gran parte de los minutos dedicados a hablar de sus clubes se centran en debatir sobre él.
A pesar de llevar algunos años trabajando en la parcela deportiva de algunos clubes de Portugal y como ayudante en el F.C.Barcelona, el primer equipo grande al que entrenó Mourinho fue el Benfica.
Su estancia en el equipo lisboeta fue breve, y después de otro breve paso por el modesto Uniao Leiria, recaló en el Oporto en 2002.
Allí se convirtió en el entrenador de éxito que conocemos hoy. En dos temporadas consiguió dos ligas portuguesas, batiendo récords históricos de puntos conseguidos. En 2003 se hizo con la Copa de la UEFA y en 2004 hizo lo propio con el máximo trofeo continental, la Champions League.
Al año siguiente viajó a Inglaterra, rumbo al emergente Chelsea de Abramovich. Allí consiguió 6 títulos, entre ellos dos Premier League. Pero sus métodos y su personalidad dejaron en Stamford Bridge y en Inglaterra una huella superior a la de los trofeos conseguidos.
Ahora en Italia dirige por segunda temporada al Inter de Milán. Caprichos del destino han hecho que una de las eliminatorias de octavos enfrente al Inter con el Chelsea. Mourinho volverá a la que fue su casa y donde no han dejado de quererle.
En Italia sus polémicos métodos también están en la boca de todos. La pasada jornada fue sancionado con cuatro partidos de suspensión por su continua falta de respeto hacia los árbitros.
Pero quizá no sean los árbitros los más azotados por "The special one". Periodistas aparte, los entrenadores rivales de "Mou" han sido sus principales víctimas. Y para eso no hace distinciones.
Le es indiferente arremeter con un histórico como Álex Ferguson, del que dijo:
"Quizá cuando tenga 60 años, lleve 20 entrenando en la misma Liga y tenga el respeto de todo el mundo, tendré el poder necesario para hablar a la gente y hacerla temblar un poco" que con un club entero como el Barça del que dijo en la temporada 2005/2006:
"Barcelona tiene un gran club, pero en 200 años de historia sólo han ganado una Copa de Europa. Yo soy entrenador sólo desde hace unos pocos años y he ganado las mismas Copas de Europa que ellos".
Tal es la repercusión de los comentarios de José Mourinho que el diario británico "Daily Mirror" creó una lista con las 10 frases más célebres del técnico.
Ante todo Jose Mourinho es un tipo ganador, orgulloso y ambicioso y con una dosis de humor. Todas estas características se reflejan en una perla que dejó a su llegada a Londres: "Si hubiera querido un trabajo fácil, me hubiera quedado en Porto, con una cómoda silla azul, el Trofeo de la Champions League, Dios, y después de Dios, ¡yo!. Para mí, presión es una fiebre de pollo. Le tengo más miedo a eso que a la presión en el fútbol."
Por algo le llaman "The special one".
Esa fue la carta de presentación de José Mourinho a su llegada al banquillo del Chelsea en 2004. Desde ese día la prensa inglesa apodaría al técnico portugués como "The special one".
Y para nada es aleatoria esta denominación para un técnico que ante todo es distinto a los demás.
Impresentable, chulo, provocador, prepotente, orgulloso, borde, soberbio... Son algunos de los múltiples adjetivos que dedican los enemigos de José Mourinho a su persona.
Pero a la vez que odiado por muchos, el portugués es idolatrado por las aficiones a las que defiende.
Verdaderamente es un tipo especial. Es al fútbol lo que House a la medicina. Divertido para los que no le sufren, insufrible para los que se cruzan en su camino.
Muchos defienden que esta actitud de Mourinho es una estudiada estrategia para que recaiga en él toda la presión de la prensa y de esta forma liberar a sus jugadores. Y en cierta manera lo consigue, porque gran parte de los minutos dedicados a hablar de sus clubes se centran en debatir sobre él.
A pesar de llevar algunos años trabajando en la parcela deportiva de algunos clubes de Portugal y como ayudante en el F.C.Barcelona, el primer equipo grande al que entrenó Mourinho fue el Benfica.
Su estancia en el equipo lisboeta fue breve, y después de otro breve paso por el modesto Uniao Leiria, recaló en el Oporto en 2002.Allí se convirtió en el entrenador de éxito que conocemos hoy. En dos temporadas consiguió dos ligas portuguesas, batiendo récords históricos de puntos conseguidos. En 2003 se hizo con la Copa de la UEFA y en 2004 hizo lo propio con el máximo trofeo continental, la Champions League.
Al año siguiente viajó a Inglaterra, rumbo al emergente Chelsea de Abramovich. Allí consiguió 6 títulos, entre ellos dos Premier League. Pero sus métodos y su personalidad dejaron en Stamford Bridge y en Inglaterra una huella superior a la de los trofeos conseguidos.
Ahora en Italia dirige por segunda temporada al Inter de Milán. Caprichos del destino han hecho que una de las eliminatorias de octavos enfrente al Inter con el Chelsea. Mourinho volverá a la que fue su casa y donde no han dejado de quererle.
En Italia sus polémicos métodos también están en la boca de todos. La pasada jornada fue sancionado con cuatro partidos de suspensión por su continua falta de respeto hacia los árbitros.
Pero quizá no sean los árbitros los más azotados por "The special one". Periodistas aparte, los entrenadores rivales de "Mou" han sido sus principales víctimas. Y para eso no hace distinciones.
Le es indiferente arremeter con un histórico como Álex Ferguson, del que dijo:
"Quizá cuando tenga 60 años, lleve 20 entrenando en la misma Liga y tenga el respeto de todo el mundo, tendré el poder necesario para hablar a la gente y hacerla temblar un poco" que con un club entero como el Barça del que dijo en la temporada 2005/2006:
"Barcelona tiene un gran club, pero en 200 años de historia sólo han ganado una Copa de Europa. Yo soy entrenador sólo desde hace unos pocos años y he ganado las mismas Copas de Europa que ellos".
Tal es la repercusión de los comentarios de José Mourinho que el diario británico "Daily Mirror" creó una lista con las 10 frases más célebres del técnico.
Ante todo Jose Mourinho es un tipo ganador, orgulloso y ambicioso y con una dosis de humor. Todas estas características se reflejan en una perla que dejó a su llegada a Londres: "Si hubiera querido un trabajo fácil, me hubiera quedado en Porto, con una cómoda silla azul, el Trofeo de la Champions League, Dios, y después de Dios, ¡yo!. Para mí, presión es una fiebre de pollo. Le tengo más miedo a eso que a la presión en el fútbol."
Por algo le llaman "The special one".
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